En algún lugar de este mundo
hay una débil luz que se muestra
en lo oscuro.
Hay alguien que te sorprende
con su corazón que resguarda
detrás de un muro.
Nos quieren arrodillados,
viviendo como esclavos
y son nuestros propios hermanos
los que nos están doblegando.
En vez de ayudarnos, de darnos una mano
como tantas que les hemos dados,
nos han abandonado, nos vemos ignorados
y, estamos y no estamos. Tan solo nos han dejado.
Nos pegan y sin asco, nos sentimos humillados,
estamos solos y vagando con el cielo escarchillando,
nuestros cuerpos congelados y acurrucados
con bolsos amontonados a nuestros lados.
De Los Ángeles
Ex poeta, estudiante terciaria, en la carrera de técnico en comunicación y administración de bibliotecas,realizo cursos literarios y terminando mi primer novela policial.
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