lunes, 7 de abril de 2008

El Mensajero de la Guarda

Veo desplegar mis alas,
que son altas y son anchas.
Desde el cielo inmenso,
desde allí te observo.

Eres mi misión, él me dió
una bella obra de su inspiración.
Siento los impulsos de tu corazón,
él brilla en su resplandor.

Cuando caes te sostengo
aunque no me puedas ver.
Sé lo que haces y lo
que dejas de hacer
y a quien quieres aunque
no lo puedas creer.

Felicito a tu corazón
por obrar con pasión;
mi conexión entre vos
y el Señor está en la oración.
Esa es mi labor, ser el
colaborador entre los dos.

Ya sabes quien te respalda,
te acompaña y cubre tu espalda.
Quien con sus alas y auras
es el ángel de la guarda.


De Los Ángeles

No hay comentarios: