lunes, 7 de abril de 2008

Esa eres tú:

Siempre te tengo en mi corazón
y pido por tí en cada oración.
Gracias por darme tanto amor,
por protegerme del dolor.

Te quiero hasta el cielo
de verano a invierno.

Me sigues enseñando
y sigo aprendiendo.
Sigue así amando
y vive sonriendo.

Sos un buen ejemplo;
das todo de sentimiento,
en tu rostro veo sus reflejos,
en ti recuerdo a los abuelos,
ellos están contigo en el tiempo.

Gracias por tener tu gran amistad.
Gracias por cuidarme en la enfermedad.
Yo sé que en ti puedo confiar
y siempre estás allí para ayudar.

A veces no sé de tí que pensar
pero, si sé que siempre te voy a amar.
Hay muchas cosas que de ti he de heredar.
Quiero que jamás nadie nos vaya a separar.


De Los Ángeles

No hay comentarios: