Es como un viaje del suspiro.
Ir hacia el infinito, eso lo admiro
y que dejo en punto suspensivo.
Eso es el cielo
en lo oscuro de la noche,
algo que está quieto o
que se mueve desde el coche.
Es un brillar intenso
de pequeñas grandes luces
y cada una de ellas
cruzada en dos cruces.
Pareciera que todo
fuera un círculo
con el mismo punto
de fín y de principio.
El sol da luz a la mañana
que se acerca por la ventana.
Y todo pasa, hasta aquella
noche fría y despejada.
Casi como si nada,
con ritmo o con calma
y en algún lado
el sonido de una serenata.
Y en algún otro
el ritmo de la bailanta.
Después todo pasa,
casi como si nada.
De Los Ángeles
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