Suerte

Tu pequeña sonrisa me gratifica,
con esa presencia cautiva
que viene, que va y que mira
como alguna mirada altiva.
Sueño mágico que fulmina aquella lágrima,
con alguna caja envuelta para regalo.
Cuentas que se ajustan al ritmo de vida
entre el candor del corazón y el desengaño.
Suerte embrujada que se lleva tu andar
cuando empiezas a acentuar tu hablar
sobre lo que está más cerca del mar.

De Los Ángeles