Humano

Lluvia de enero sobre
la piel de aquella noche
que fuiste infiel
ante un corazón sin ser
y te quedaste con desgano
por haberlo consumado
sin ser celoso de misteriosos
engaños que has efectuado
en el imaginario colectivo
del engaño acahecido de antaño
corroboras mi versión de que no
posees del órgano del amor.

Aunque aún así te amo,
porque te he creado
por algo, pues de ti hoy
en día me canso y deseo
revertir todos los fallos,
más errores espontáneos
por mejorías simultáneas
que se van efectuando.

A pesar de que queda
un tiempo no muy largo,
lejano de continuidad
en este espacio ubicado
y regenerado.

 De los Ángeles