Ahora te veo feliz y radiante,
con tanta energía llegaste.
Sueño de mi vida
que me vienes a visitar,
después de haber conocido
a esta humanidad
y de lo que es capaz.
Habrá llegado la hora
de vivir sin la horca al cuello
y transformarme
este tiempo de verano
en un gran sueño,
que no se hizo realidad.
De Los Ángeles
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