Bella Doncella.

Es de día y la lluvia cae
sobre la temible ciudad,
mostrando su majestuosidad
con un poco de curiosidad.

Bella doncella que al campo va
fijando su complicidad
en un trote al caminar
sin pensar en el que dirán.

Gigantesca oda al amar
que lleva pasos al cantar;
de día ha de caminar
y de noche ha de navegar.

Jinete de las aguas del mar
que con bullicio ha de salpicar
sobre la espuma que has de mirar
para que dejes tus propias huellas
y te sigan por donde vas a pasear.

Melodía que suena al dormitar
sobre las esquinas de la ciudad
que al viento ha de reclamar.

Ahí viene la luna y se va el sol
y ella se echa a descansar
sobre las nubes de algodón
para las estrellas que han de mirar
como este planeta se va a dormitar.

De Los Ángeles