Ir a caminar,cruzar el puente,
recostarme sobre el trigal,
sobrepasar el límite.
Volver a viajar más allá
de lo que es estar acá,
ir a soñar donde me cuidarás
de aquello que me haga mal.
Me darás la dulce copa
y me darás brillante ropa;
quienes me quieran mal,
los traerás y ante mí caeran.
Me maravilla tu bondad,
como me sabes amar,
con tu dulce voz me llamas
y te vengo a escuchar.
Me llamas por mi nombre
aunque, entre todos
se desconocen.
He vuelto a ti y al rebaño
después de haberte
dejado y peligros haber
superados en estos años.
De Los Ángeles
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